El funeral del papa Francisco, quien falleció este lunes en Roma a los 88 años, será algo distinto a los de sus predecesores. Especialmente porque fue él mismo quien aprobó las nuevas normas sobre cómo deben ser enterrados los sumos pontífices del catolicismo. Francisco, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, fue el primer Papa americano y el primero jesuita, singularidades que quiso reflejar en su papado. Desde su nombramiento en marzo de 2013, Francisco quiso imponer la idea de una Iglesia pobre y para los pobres, con gestos de sencillez como el de no vivir en el apartamento privado de los Papas en el Vaticano sino en un cuarto en la residencia de Santa Marta. Y eso se refleja también en la manera en que ahora se organiza su entierro.